miércoles, 22 de agosto de 2012

Rafael Robles Olivos

Tuviste que terminar justo cuando me compré talco
para pies y pensaba conocer a tu familia escocesa.
Justo cuando las flores no bastaban para
sorprenderte.
Me sorprendiste en tu carro
no a las otras putas de cuerpos extraños,
ni a mis sueños de fuga ni mis pajas al viento.
Me sorprendiste indefenso, solo
sin nada que decir
y con el talco bien puesto entre mis dedos.
¿Qué puede decir un hombre?
Nada, eso hice, y ahora escribo.
Nada más puede hacer el hombre
ante una niña que lo deja.

— Rafael Robles Olivos —


un poco más de información: http://urbanotopia.blogspot.com/2006/10/rafael-robles-olivos.html

No hay comentarios: